martes, 29 de diciembre de 2015

Pili



Me acuerdo hace doce años: un mediodía bastante caluroso atravesando una y otra vez un shopping, no sé cuál, buscando infructuosamente el rinoceronte o el hipopótamo de Rapunzel.
La historia no tendría nada de extraño si no fuera porque venía de que la partera me revisara, me rompiera las membranas y me citara para que a la tarde ya me internara porque Maite estaba por nacer.
Luego de una semana de estar yendo y viniendo la mujer justo ese día me dijo de hoy no pasamos. Le pedí por favor que justo ese dia no, que tenía una nena que ese día cumplía cinco años pero no hubo caso; se ve que no quería tener que salir corriendo el 31 a la noche.
Por eso antes de llegar a casa para preparar el bolso tenía que conseguir el animal ese de Rapunzel como regalo de cumple.
En el recorrido me agarraron dos o tres contracciones tan fuertes que creí que la chica nacía ahí,en medio del shopping. Los juguetes estaban casi agotados porque los habían comprado todos para Nochebuena pero en una juguetería escondida en el último piso al que llegué por escaleras apareció el regalo prometido; ahora me acuerdo bien: no era ni un hipopótamo ni un rinoceronte, era un unicornio.
A la tarde nos fuimos con Luis al sanatorio.
Odié al médico y a la partera: cuarto parto y me pusieron goteo, episiotomía, anestesia, no me dejaron pujar hasta que no prendiera la anestesia. Me dolió todo. Podría haber parido al día siguiente, hubiera sido lo mismo.
Y Maite que nació bastante grande.
Quedé agotada, del unicornio, del parto y de la sensación de que le había hecho algo no muy bueno a Pili al no impedir que su hermana naciera el mismo día que ella.
Luis se ve que también quedó cansado porque se tiró en la cama de al lado de la mía y se quedó tan dormido que cuando entró una monja a decirnos algo de la bebita el padre roncaba despreocupado.
En otra dimensión Pili festejaba su quinto cumpleaños con empanadas y algunas visitas. Y también con el unicornio.

Mucho tiempo después con los gemelos y los mellizos las coincidencias de las fechas se pondrían más fáciles y más bizarras.

Pero todos los 29 de diciembre cumplen años mis dos nenas.
Maite, en el post anterior

Y Pili
la que se queja porque nunca pongo nada para su cumple
la que todavía cada 29 de diciembre nos hace acordar de que cuando cumplió cinco años se le arruinó el festejo porque nació su hermana.
la que el otro día en una conversación sobre flores, cogollos, épocas y paraguayos me dijo parezco yo la madre y vos la hija
a la que un rayo le partió en dos la infancia y así partida en dos siguió adelante
a la que el mismo rayo cuando no cesa la nubla un poco.
la que nos hace reir siempre con alguna salida brillante,
la que cuando se avergüenza de sus padres se rie y nos dice los odio
la que está esperando tener 18 para irse de la casa aunque después ella misma reflexiona a dónde me voy a ir
la que se cree que forma parte de una elite intelectual no se sabe muy bien cómo ni por qué
la que tiene en claro cómo defender sus ideas y las defiende
Hoy cumple diecisiete






2 comentarios:

  1. gracias no en una nn por compartir una hist0ria tan hermosa. ya te dije alguna vez que yo los envidio ,yienen una familia maravillosa.
    Raquel S.

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  2. Mi amiga Pili, que acuñó el inmortal apelativo "la señora de los teatros"

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