martes, 22 de julio de 2014

Vacaciones. Inicio

El comienzo en la tarde del viernes, la paz de filología con Patricio y Patricia.
La lindísima fiesta de cumpleaños de Soledad con la que abrimos el viernes a la noche la temporada de supuesto descanso de las vacaciones de invierno.
Octi y Estani el sábado en el sube y baja del club en el que nos quedamos hasta que se fue el sol.
El super partido de fútbol que jugamos, que ya se está convirtiendo en una costumbre de salidas al aire libre. La atajada que me embarró todo el jean.
La noche del sábado llevando y trayendo criaturas propias y ajenas de comuniones y hacia comuniones hasta las doce de la noche.
Las medias sucias de Kp, dando vueltas en el playroom el domingo a la mañana y Loli que limpió con ellas la leche que iba tirando de su mamadera.
La cena del domingo en la que multiplicamos los panes y dimos de comer con dos tartas a catorce personas.
La búsqueda de las cartas del Mundial, porque las figuritas ya fueron, con Consu y Ro en kioscos inexistentes cerca de Tribunales.
La obra de teatro gratis del lunes en el galpón cerca de casa. El recuerdo de Ruth.
La cola para pedir las entradas, la gente que pedía tres, cuatro, llegamos nosotros y pedimos ocho.
El agradecimiento de los actores, el llanto y la dedicatoria de la protagonista al terminar y el agradecimiento a sus amigos por haberla acompañado en sus tempora nubila.
Las ganas de consolarla al final de la función.
El abrazo infinito que le dí a Paula cuando fui a buscar a Maite que había ido a jugar con Tami.
Los wa con Adri y su regreso al hockey y a la vida.
La segunda copla de las sevillanas que me va saliendo de a poco.
El RIÁ con las castañuelas que también me va saliendo.
La humedad de lunes a la noche abajo de la autopista en la vereda desierta cuando terminó la clase.
Xime, Eleonora y Mariano que están preparando sus clases para el concurso y la sensación de que no los puedo ayudar como ellos me ayudaron a mí.
Los planes para reunirnos en algún lado con amigas de toda la vida a comer comida árabe.
Los planes para el asado del sábado de festejo del día del amigo, de Santiago y de cumpleaños de Néstor atrasado en el Zamorano.
Octi y Estani pidiendo por Enru.
La conversación con Juan.
La casi certeza de que el año que viene volvemos con Lidia a Ezeiza.
La certeza, compartida con Vero, de que cuando nos reímos retrocedemos todas casi veintiocho años a revender entradas en septiembre en las puertas del Luna Park.

La certeza de que cuando nos reímos seguimos siendo las de siempre.

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