Detrás de nuestra casa, a unas diez
cuadras del mar hay un faro.
Blanco y negro prende por
las noches una luz verde, intermitente. No sé qué anuncia tan lejos
de la costa pero lo ven los barcos.
Ahora, en el mar, hay
cinco barcos esperando para entrar al puerto. Uno está desde que
llegamos, espera pero no entra. Los otros llegan al puerto, cargan y
se van. Aparecen de repente en el horizonte, cuando nos despertamos
lo primero que hago es mirar el mar para ver si hay algún barco
nuevo.
Cada año cada día
nublado visitamos el faro. Tiene una escalera caracol bastante
estrecha y cuando viene alguien de frente hay que pegarse a la pared
para ceder el paso. El año pasado después de la visita los chicos
cruzaron a un médano gigante que hay enfrente. Se encontraron una
antena de direct TV toda oxidada y entre todos trataron de subir con
ella el médano y después tirarse, lo intentaron como seis o siete
veces, cuando lo lograron la tiraron a Ruli, avanzó dos metros y
quedó frenada, se reían, abandonaron.
Este año todavía no
fuimos, los días están todos lindísimos. A la tarde quedan
agotados, ni siquiera quieren bajar a la playa a ver el atardecer.
Van, además,
recolectando amigos por ahí, la otra noche miramos y por el jardín
entraban unas nenas que no sabíamos quiénes eran, unas vecinas que
vieron muchos chicos y consideraron que estaba bueno entrar a jugar,
por ejemplo, al cuarto oscuro
En total éramos como
veinte personas, más Kp, que llegó para pasar el fin de semana de
san valentín.
Adonde sí fuimos fue a
la feria de la plaza. Todos los años las chicas se hacen trenzas y
compran regalitos para los amigos.
La otra noche, en la
feria, Octi y Estani, muertos de sueño, se dieron cuenta de que a
ellos no les correspondían trenzas y vieron unos autitos de madera,
averigüen cuánto salen les dije, el artesano, contentísimo de
haber encontrado tantos interesados les empezó a mostrar todos los
autitos, el más barato 150 pesos, sigamos les dijo Pili, después
volvemos.
Y ahí un doble
escándalo, nos los llevamos al auto gritaban uno de la mano de Luis
y otro de mi mano como si los estuviéramos secuestrando, cada
alarido resonaba con un eco que hacía que las personas se detuvieran
a mirarnos. Entre que estan medio rubiecitos por el sol y que los
metíamos en la camioneta de luis junto con los otros ocho, más kp,
temí que nos demorara la policía por tráfico de criaturas, no pasó
nada, se quedaron dormidos casi en seguida.
Los días se pasan con un
ritmo casi estático, el ruido del mar golpeando en nuestros vidrios
es el metrónomo.
Amanece y vemos salir el
sol por la ventana en un extremo del agua, atardece y vemos irse el
sol en el otro extremo. A la noche los barcos prenden las luces.
En el medio mucha playa,
piedras y espuma.
El otro día aparecieron
dos cangrejos en la orilla. Unos pescadores sacaron una corvina.
A veces sopla el viento,
si viene del norte no hay problema, si no, se complica un poco.
No puedo creer que se
estén acabando las vacaciones. Acá, en bahía de los vientos, no
existe el tiempo.
Nos queda todavía el
fogón en la playa, ese que Maite prometió que iba a encender, ese
en el que la hago enojar a Pili diciéndole que tiene que cantar
Detrás de las paredes para que me conteste que ella es la que tiene
16 años y no yo.
Ayer leí el diario,
cedió un pilote del puente que cruza el Salado ruta 2 mano a
capital, tengo además una contractura en el gemelo de la pierna
derecha porque acá sí salgo a correr y no sé si puedo manejar.
Dos razones, entre otras
más poderosas, que conspiran contra mi regreso a Buenos Aires.
Pienso si fuera posible
quedarnos para siempre.
A vivir todos en el barco, el que está
desde hace un mes parado en alta mar frente a nuestras ventanas.
O en el faro, con su espiral que lleva a la luz verde.
Hermoso!!!!
ResponderEliminarGracias por compartir " la luz del faro"
Flor! me encanta. Es un lugar mágico, hermoso. Mi sueño es vivir allá, si que es se cumple vas a ser una de las primeras invitadas. Un beso! Clari
ResponderEliminarClari! No me invites mucho porque me instalo y no me voy más. Es un sueño lindísimo. Ojalá lo puedas llevar a cabo.
ResponderEliminar