lunes, 6 de julio de 2015

Bolivia





El sábado a la mañana mientras desayunábamos con Ruli, Consu nos mostraba su álbum de la copa América.
Nada que ver con el del Mundial, tiene bastantes menos figuritas.
De todos modos es largo, le sobran páginas hechas para ocupar lugar como la de los arqueros, los buenos jugadores y unas brillantes que no entendí mucho qué eran.
Y Consu da explicaciones medio raras.
Ahora no cambian figuritas, se regalan pilones, Gaspi le regala un montón a ella, ella le regala a Thiago, Thiago le regala a Gaspi.
Todos saben las que le faltan a todos. Consu sabe hasta las que le faltan, por ejemplo, al primo de Gaspi al que nunca vio en su vida.
Mili tiene a Messi repetido, con Messi Consu completa Argentina pero Mili nunca se acuerda de llevarle a Messi.
También le falta una para completar Bolivia. Diego Bejarano, Danny Bejarano, no, ese es otro. Diego Bejarano.
Me faltan dieciseis me dice Consu. Le prometo que cuando le falten quince la llevo a Panini.
Nunca fue a Panini. Me pregunta cómo es Pannini, si es para cambiar figuritas.
No, le explico, pedís las figuritas que te faltan, te las dan pero cada una te la cobran como un paquete. Por eso tenés que esperar a que te falten quince, para que no nos salga tan caro.
Se queda contenta.
Se compra un paquete pero todas late.
Parece tan difícil conseguir una. Pero si en vez de faltarle dieciseis le faltaran quince podría ir a Pannini.

Yo fui una vez, con Felipe, cuando estaba en sala amarilla.
En realidad fue él solo,se había anotado en un papelito las que le faltaban. No había lugar para estacionar, se bajó con el papelito y el dinero, dí una vuelta manzana y cuando volví a buscarlo ya estaba en la puerta con todas sus figuritas y su álbum de Cien por ciento lucha completo.
La Masa, Vicente Viloni, Mario Morán y no me acuerdo cuáles más.
Todavía hay figuritas pegadas por ahí, en la heladera, en los respaldos de alguna cama.
Cuando nos dejaban entrar a verlo y nos creíamos que nos escuchaba si le hablábamos, le decíamos que se pusiera bien, que lo estaban esperando sus luchadores favoritos.
Estoy casi segura de que no nos escuchaba.

El sábado a la noche fuimos a la misa del 4 de julio.
Cuando terminó hacía mucho frío.
Consu caminaba por los canteros de afuera de San Patricio; de repente, se tropezó.
Yo, que estaba un poco más adelante, escuché un grito. Pero de alegría.
Me dí vuelta y la vi venir corriendo con una figurita en las manos. Mirá mamá -me dijo- me encontré a Diego Bejarano, no a Danny, a Diego.
El jugador que le faltaba para completar Bolivia, para llegar a las quince figuritas, para ir a Panini, se lo encontró ahí, en el pasto sobre el que se había caído. Bejarano, con su camiseta verde, el reborde blanco y el nombre Diego.
Adentro de la iglesia habían quedado todas las velas encendidas rodeando los agujeros de las balas de la alfombra.
Afuera un milagro chiquito. Muy chiquito.
Una nena llena la página de Bolivia y va a poder ir a Panini para completar su álbum de figuritas.
El otro día Xime nos decía que se imaginaba que Felipe y Consu hubieran sido grandes amigos.






3 comentarios:

  1. Felipe le mandó la figu

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  2. Yo me acuerdo de Felipe con su álbum. Y con su recipiente repleto de muñequitos Jack!

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  3. Los muñequitos de Jack, que eran los de los Simpsons casi los tenia todos. Me había olvidado

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