martes, 28 de octubre de 2014

Gemelos




Hoy cumplen cuatro años mis muchachitos. Mis gemelos fantásticos.
Todavía me los sigo confundiendo.
Cuando estoy apurada y no tengo mucho tiempo para identificarlos les miro las zapatillas, las rojas son de Estani y las verde militar son de Octi.
Pero ahora esas ya les quedan chicas y hace poco se las cambiaron por otras, que heredaron y que curiosamente tienen los mismos colores pero al revés.
Andan con unas rojas de Ciro que nos pasó Eleonora, que ahora las usa Octi y Estani se empezó a poner unas verdes de Ro que se le salen de lo grandes que le quedan.
Entonces me los confundo.


La mitad del embarazo la pasé en cama. Tenían que nacer en diciembre y empecé a hacer reposo en julio.
Solamente me levantaba para ir a ver a Claudia y para hacerme dopplers, Estani, que en ese momento no tenía nombre crecía despacito, muy despacito, Octi, que tampoco tenía nombre, un poco más.
Entonces, a crecer afuera de la panza. Por eso nacieron en octubre.
Cuando nacieron no era del todo difícil diferenciarlos aunque yo ese día no los pude ver más allá de la sala de partos.
Luis sí, me trajo unas fotos en su celular, llenos de agujas, diminutos.
Al día siguiente ya me paré y fui a neo.
Estani era mucho más chiquito, entraba en la mano del padre.
Octi era un poco más grande, entraba en mi antebrazo.
De todas formas no los podíamos tener mucho a upa porque primero estaban en sus incubadoras, después los pusieron en la lámpara, después los ayunaron, después les pusieron unos tubos para alimentarlos, después Octi se complicó con algo y Estani que ya estaba para irse de alta se quedó internado para esperar al hermano, que finalmente también salió.
Así pasaron el primer mes de su vida, en una terapia, pero como nos dijo Fabi desde el principio, para vivir.
Y nosotros yendo y viniendo, para cambiarlos, para sacarme leche, para darles la teta.
Cruzábamos de madrugada un once desierto, ventoso, sucio. Llegábamos a un sanatorio fantasmal, laberíntico.
A la mañana nunca pude estar a tiempo en la comida de las nueve, siempre entraba corriendo nueve y diez y ya les habían dado la mamadera.
El dia antes de que les dieran de alta tenía miedo de que no pudieran sobrevivir en casa sin los aparatos que le medían el corazón, sin sus nurses, en medio de la jungla de hermanas.
Pero sobrevivieron.
Y el precio del milagro no fue tan alto.

Ya cumplen cuatro años.
Hoy estaban un poco perdidos, uno decía que cumplía tres, el otro que cumplía cinco.
Lloraban porque querían que vinieran los invitados hoy, les decíamos que no, que mejor el sábado.
Octi es un gruñón, Estani es medio obsesivo.
Son mis muchachitos. 

Pero también son un poco de todos, todos los que nos acompañaron, nos sostuvieron, nos ayudaron, nos construyeron una muralla alrededor.
Por eso hoy y el sábado cerveza para todos.

Festejemos a nuestros gemelos fantásticos.


7 comentarios:

  1. Besos enormes para los primeros compañeros de mi Juli, en la neo y en el jardín, una alegría haberte reencontrado en un contexto mucho más lindo, con nuestros peques grandes, sanos y felices, nos vemos el sábado!

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    1. Mientras escribía esto me acordaba todo el tiempo de Juli y de esos días. Y no me olvido de la historia de la grúa para un lindo post!

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  2. ¡¡Los ositos mielgos que, igual que en la poesía, apenas se distinguen uno del otro!! ¡Cuánta alegría nos trajeron a todos! Besos enormes para ellos.

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  3. es hermoso lo que estan transitando!! Felicitaciones flia Lujan ,los quiero mucho y se merecen lo mejor de todo corazon!!

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  4. Que maravilloso debe ser el fruto del amor y del cuidado,son increíbles familia

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