jueves, 11 de diciembre de 2014

Mellizos

Te acompaño me dijo Luis, la última vez que fuiste sola a una primer ecografía hiciste lío se rió recordando la primera ecografía de los gemelos, en la que fui sola y en la que me enteré que eran gemelos.
Entramos y la ecografista nos retó, cuando son dos tienen que avisar, así les damos dos turnos, esta vez el lío lo habíamos hecho juntos.
Me largué a llorar y no paré hasta llegar a casa, y eso que tuvimos que dar una vuelta larga, casi hasta el Zamorano.
No veo la diferencia entre nueve y diez nos despidió la ecografista, cerrando media hora de trato inmejorable.
Rápidos y tranquilos pasaron casi ocho meses, una vez me contó Vero que en Francia las mujeres para hacerse amigas se cuentan los partos, yo no me canso de repasarlos y a veces de contarlos.
Éste fue el último, técnicamente la última cesárea.
Llegamos temprano para hacer todos los trámites. Claudia, que me había llevado de la mano todo ese tiempo se había intoxicado el fin de semana con un helado, me llamó llorando de la fiebre, te va a atender otro médico, otra partera, a mí que siempre tuve el privilegio de elegir cómo, dónde y cuándo parir me esperarían unos extraños en la sala de partos.
Fabiana, que me había escuchado desde el principio, que me había visto llorar de miedo por un segundo parto doble, que me había aconsejado y me había convencido una vez más, ya había avisado a toda neonatología.

Me dieron la peridural y la presión me bajó a dos. Cuando entró Luis ya me había subido de vuelta. Tajo y llanto, primero el varón, nombre, es el último le recordé a Luis casi pidiéndole por favor, quiero que un hijo mio se llame Cristóbal.
Otro llanto y la beba cuyo nombre ya teníamos decidido del día anterior: Dolores.
Dos bebés preciosos, diminutos.
Después, las placentas, el olor a quemado de la cauterización, la descripción de las paredes muy finas del útero, que no se te ocurra tener otro más, las enfermeras yendo y viniendo, la habitación.
A la tarde trajeron un ratito a Dolores, a ver si se prendía a la teta.
No hubo caso, todavía no tenía succión, el hermano menos. Se quedan en neo.
Me imagino otro mes ahí, como con los gemelos.
A los dos días me fui yo, a los tres ellos.

Ahora Cristóbal y Dolores son Loli y Tótal.
Loli es una muñequita. Tótal es igual a Octi pero ve las fotos de Felipe y dice mí.
Cumplen dos años,siguen tomando la teta y siguen durmiendo con los padres.
Son nuestros bebés.
La mayoría de las veces no hay nada.
Pero algunas veces hay milagros, hay revanchas, hay goleadas.



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