Ayer nos entregaron el boletín de la última
niña de primaria que faltaba.
Antes era toda una ceremonia, yo me ponía
nerviosa, me encantaba recibir los boletines, sabía que en el primer bimestre
no vienen Sobresalientes pero me ponía contenta lo mismo.
Ahora ya está todo un poco más relajado.
Pero ellas siguen esperando, impacientes,
sus boletines.
Y se fijan los S, ya la tradición
normalista está un poco alicaída y algunos S en el primer bimestre hay. Los
cuentan a ver quién tiene más, no sé si está bien eso o está mal, no pelean,
solo los cuentan.
También cuentan las B, no les gustan nada.
Siempre pienso sobre cuándo es el momento
bisagra, ese instante mágicamente triste en el que deja de importarles la
escuela, sus ritualidades, las S y las B. Dejan de contarse los S para pasar a
festejar otras cosas, no sé muy bien cuáles.
En el caso de
Vale fue en silencio y creo que no nos dimos cuenta. Una tarde de octubre, Vale
estaba en segundo año, yo estaba yendo al rectorado en el auto a entregar unos
papeles y me suena el celular, una preceptora que muy amablemente me explica
que va a tener que sancionar a la chica que hace un mes tendría que haber
devuelto el boletín del segundo trimestre firmado por sus padres, que
obviamente sus padres nunca habían visto, que vaya a notificarme de la sanción.
El rectorado
queda ahí, como mucho a diez cuadras del colegio pero lo llamé al padre para
que fuera él. Cuando llegó a buscarla y a ver el boletín, alrededor de siete
materias abajo, Vale estaba rodeada por un grupo de preceptores que no querían
dársela al padre y que le habían preguntado si no había mostrado el boletín
porque en la casa le pegaban, no, les hubieras contestado- me acuerdo que le
dije- no me pegan, lo que pasa es que soy hija única y por eso no les gusta que
traiga bajas notas.
En Pili ese
momento está llegando, se acerca el boletín del primer trimestre y viene asi,
con las marcas de la despreocupación por el estudio. Por lo menos en latín le
fue más o menos bien, pero con el carpe diem hizo agua en literatura, o teoría
literaria o no sé cómo se llama. Y empiezan mis amenazas que no vas a Mendoza,
que te vas al peor colegio que haya cerca de casa, que no mantengo vagos.
Amenazas
absolutamente ineficaces y extremistas. Ya las experimenté con Vale y no
surtieron efecto, en un mes estudiaba lo que no estudiaba en un año, aprobaba
todo y pasaba tranquila al año siguiente.
Y los que vienen
después, qué se yo.
Un dato
pintoresco de la reunión de ayer, era a la hora que salen los tres del jardín.
Yo fui a la reunión y Luis los fue a buscar, después aparecieron en la reunión
llena de chicos que también venían del jardín a buscar el boletín de los
hermanos.
Además de la
entrega de boletines el orden del día de la reunión incluía el aviso de
pediculosis. Ah, ¿hay piojitos? Preguntó una mamá de una nena rubia, preciosa,
prolijísima. Sí, sí estamos viendo que algunos tienen contestó la maestra, y se
me representaron los animales caminando en la cabeza de todas mis hijas y las
maestras mirando esas cabezas, puse cara de qué barbaridad.
Me doy vuelta y
al lado mío estaba Luis concentradísimo sacándole piojos a Estani bajo la
atenta mirada de otra madre.
Algo de ventajas
hay, cuando crecen, por lo menos, se les van los piojos.
Lo de Luis con los piojos es un paciente pero incesante mano a mano. Pareciera que quiere extinguir la raza acabándolos uno por uno. Creo que a esta altura ya mató más piojos que Sumo, Nopucid y Assy todos juntos.
ResponderEliminarSi, está en una cruzada hace rato. Lo que pasa es que ya perdió el sentido de la realidad y capaz estás en algún lado publico y lo ves que está con algún chico arriba sacándole piojos. Capaz que podría patentarse como piojicida totalmente natural, como esos que patentan investigadores del conicet. Que ya sabemos
ResponderEliminarRecién descubrí la página. Lo primero que me pasó fue una opresión en el estómago, después, más tranquila me puse a mirar el dibujo de la bici de Felipe. Es simplemente maravilloso. ¡ Los quiero mucho! ;)
ResponderEliminarHola Gabi. Bienvenida!
EliminarEspero que sigas el blog.
Y el dibujo que tanto te gustó lo hizo Consu, con esa marca especial que tiene.
Besos!