jueves, 27 de noviembre de 2014

Superclásico

Mañana de superclásico.
Superclásico que empezó anoche.
Pili llorando porque se llevó matemática, técnicamente lloraba no tanto porque había completado con la incorporación de las matemáticas el podio de diciembre sino porque la profesora también lloraba al mandarla. Le daba más pena la pobre docente que ella misma que tiene que rendir el 29 de diciembre, que además de ser 29 de diciembre es el día de su cumpleaños.
Buscamos a Consu. Salió de la casa de Gaspi vestida de jugadora de Boca, su amigo de los ojos preciosos le había regalado una camiseta violeta de Boca que a él ya le quedaba chica y unos shorcitos con el escudito y el número 9, todo de Viatri.
Consu contentísima.Pienso cómo vamos a hacer para dentro de cinco, diez o quince días convencerla para que ponga esa ropa a lavar. Encima Gaspi la invitó para hoy a ver el partido a la casa.
A las doce de la noche habíamos logrado acostar a todo el mundo, menos a Tati que andaba dando vueltas por los techos. Aparece Valen en el cuarto que quería ver los penales entre San Pablo y Medellín, que era en realidad Atlético Nacional. Mientras pateaban los penales nos preguntaba cuál de los dos equipos era preferible que pasara a la final. El de Colombia le contesté, siempre es complicado ir a Brasil. ¿qué es que sea complicado ir a Brasil?, me dice. No le contesté. Valen hablando de fútbol pone a prueba toda la paciencia que creo que me ha ido añadiendo a lo largo de esos últimos veinte años cada uno de mis hijos. Me enoja, me exaspera, me saca de quicio que cada domingo que juega River en su cancha, cada partido de copas extras que juega River en su cancha ocupa impunemente una platea junto a su novio y no sale del comentario promedio de aquél que no entiende nada de fútbol.

La mañana siguió de super clásico.
Me desperté a las seis con la luz que entraba por la ventana y me volví a dormir hasta las nueve. Maite y Pili ya estaban estudiando en la cocina, una geometría, la otra boquitas pintadas.
Luis ya se había ido y vuelto a tribunales.
Octi y Estani que tenían una costra de mugre de días y que sí o sí tenían que bañarse. Entro a ponerles el agua. El baño con un olor asqueroso y con cosas raras en el lavatorio, restos de alimentos. Miro bien y hecha un bollo en algún rincón de la bañera una toalla llena de vómito. Pero nadie parecía haber vomitado. Deben ser los bebés conjeturamos, pero ningún bebé puede juntar prolijamente el vomito con una toalla, ni embocarle en un lavatorio que les queda alto. Por ahi se escucha Consu ah, me parece que fui yo, pero no quiso agregar mucho más.
Claro, se le arruina el programa de la noche de visita futbolística a lo de su amigo de ojos preciosos
Justo en el momento en que voy a empezar a bañar a las criaturas suena el teléfono, la abuela, media hora de relatos variados. Justo en el momento en que cortó salen los chicos de la ducha, no sabés el color del agua me dijo Luis.
Recordamos el agua verde de la pileta que ya no tiene solución y la ponemos a vaciar; de todas formas este verano había que pintarla.

Mediodía. Consu come lo más bien. Maite cuenta los días que faltan para ir con Ceci al Colón a ver Cascanueces. ¿vos sabés cuál es el Colón del fútbol? Le pregunta Luis a Consu, la chica ya vestida con el equipo de Boca desconoce la respuesta, la Bombonera la instruye el padre. Yo le digo y la cancha de River ¿cómo se llama? , espero un Gallinero. El Monumental me contesta muy seria, camiseta violeta de Viatri. Sigue comiendo lo más tranquila, el vómito quedó lejos, en la madrugada.

Un poco antes del mediodía se había ido Pili, a su propio superclásico, a salvar teoría literaria, a despedazar a Puig. Misión casi imposible, aunque en este caso creo que no es por culpa de ella, nunca se lo dije ni se lo voy a decir, pero sus preciosas amigas que leen este blog se lo podrían avisar.
Un poco después del mediodía se va Valen al superclásico, camiseta de River, shorcito y una cartera al hombro. Hay que estar temprano porque si no hay unas gordas que ocupan los lugares me explica.
La tarde continúa tranquila, reunión de entrega de informes en la sala de rosario, la maestra llora, los presentes lloramos, firmamos las hojas, hablamos del acto de egresados, la maestra vuelve a llorar, los presentes volvemos a llorar, firmamos más hojas, nos vamos.

Yo iba a un jardín en la Boca, escuela 13 del distrito 4 República de Chile se llamaba. El otro día mientras buscábamos en la Boca un cajero con Xime antes de subir a la autopista para irnos a Mar del Plata era la hora de entrada de los colegios y las calles estaban llenas de chicos yendo al jardín, ahi me acordé de mi jardín República de Chile y Xime me contó que el de ella que se llamaba Wal Disney, que quedaba más para el lado del Zamorano, y que pese al nombre era público.
En ese jardín, en el República de Chile había en los zócalos unos cañitos.
Una vez un nene se abrió la cabeza con ese cañito. Mientras me acuerdo de eso me entra un wa de la mamá de Gaspi que se golpeó contra un cantero cuando jugaban a la pelota en el recreo,
Se suspende entonces el encuentro de amigos para ver el superclásico.
Si hoy ganara Boca podrían juntarse para ver la final. Que encima es contra un equipo colombiano, no tiene la dificultad que no entendía Valen de ir a jugar a Brasil.
Es un dilema, detesto a Boca, pero la amistad entre Consu y Gaspi podría dar vuelta eso.
Y no tener que soportar los comentarios de Valen si River sigue en carrera, no sé.


Un añadido:
Ayer se jugó la final de la copa Argentina, Huracán contra Rosario Central, la ganó Huracán. Me puse contenta, tengo muy buenos amigos de Huracán.
Ayer también se murió Angel Tulio Zof, el eterno técnico de Central.
Me dio pena. Yo le decía Zoft como si pronunciara mal el apellido y creo que Luis se enamoraba de esas cosas, antes hace veinticinco, veintiseis años, cuando teníamos diecisiete, dieciocho, cuando se enamoraba de mí por cualquier cosa, cuando nuestra pareja no era esta mezcla de empresa de transportes, de catering, de limpieza y de mantenimiento edilicio que es ahora, era un helado en barrancas, ir a tomar cerveza, ir a la cancha a ver cualquier partido.
Y capaz que entonces entiendo un poco más mi exasperación con Valen.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario