viernes, 25 de abril de 2014

2010

Pasó el día del cumple de Consu.
La secuencia siempre es la misma, día de Castilla y León, cumple de Consu, festejo del cumple de Nancy, festejo del cumple de Consu, comida de Castilla y León.
Y me acordé de un 23 de abril, hace exactamente cuatro años cuando esta rutina no estaba todavía establecida del todo. Un viernes 23  tenía turno para hacerme una ecografía.
Después de los procedimientos de siempre que realizaba por octava vez: atraso, evatest, visita a Claudia, órdenes para análisis tenía turno finalmente para una ecografía.
Me acababa de quedar sin mi prepaga de siempre y no sabía donde ir.
La llamo a Vero, que me manda a uno por ahí, por las facultades, es bastante bueno.
Claudia que decide pedirme una ecografía normal, no transvaginal, total todavía no se ve nada.
Yo que decido que voy sola, Luis tenía algo que hacer y total es la primera y ya sabemos que no se ve nada.

Me tomé el subte, caminé para el otro lado dos o tres veces hasta que encontré el lugar, llamé a Vero para que me ubicara, llego, subo tres o cuatro escaleras, me siento en unos asientos, recuerdo el lugar como vidriado, transparente.
Me llaman, me hacen pasar a un consultorio.
Me da la mano un médico con cara de ser la segunda o tercera ecografía que hacía en su vida.
Me acuesto, me llena la panza de gel y empieza a pasar el aparato, el lugar seguía transparente. Va, viene, vuelve a ir y a venir, tarda, tarda un montón.
Me pongo un poco, no demasiado, pero un poco nerviosa.
Me pregunta como si me preguntara cómo me llamo si me hice algún tratamiento, no le digo sin entender la pregunta.
Me vuelve a pasar el coso ese, lo para en un lugar de mi panza y escucho el corazón.
Me alivio.
Me vuelve a pasar el coso ese y en un lugar de mi panza lejísimo del anterior escucho el corazón.
Repite el proceso dos veces más. Y entonces diciéndolo como por primera vez en su vida de ecografista o repasando mentalmente en cuatro segundos el protocolo para esos casos me informa: Bueno, son dos.
Y dio vuelta el monitor para que mirara lo que no entendía. Creo que me puse a llorar, que le conté los últimos tres años de mi vida en dos minutos, creo que ahí abandonó el protocolo, dejo de pasarme el coso por la panza, me miró y me dijo -dejando de lado toda rigurosidad científica- entonces, es un milagro, ahí no sé por qué lo imaginé musulmán practicante o judío ortodoxo. Me dio la mano y me deseó suerte.
El lugar se había puesto más transparente, más vidriado.
Salí a la calle y la llamé a Claudia, son dos le dije. Me tranquilizó, vas a tener que tomar hierro, capaz tenga que hacerte una cesárea, venime a ver y hablamos.
Lo llamé a Luis, me largué a llorar, pensó que le estaba haciendo un chiste, me costó convencerlo de que era cierto, me estás jodiendo me decía. .

El día seguía, lo llamé a Mariano con el que había quedado en encontrarme en el instituto, se me complicó la tarde, pensé en decirle la vida, me iba a entender, ellos esperaban a Toto para septiembre.
Me fui a la oficina de Luis, nos abrazamos, pasé por el consultorio de la abuela, le conté, qué lindo me dijo y en el verano total si no se pueden ir a la playa las nenas tienen la pileta, todo solucionado.
Más tarde me encontré con Vale, no le dije nada, fuimos por Santa Fe para que se comprara un vestido para una fiesta de quince y un abrigo, lo pagué en cuotas, ya no me va a alcanzar la plata pensé.
Después me acompañó a un lugar a leer un pedazo del Quijote, se comió un tostado mientras yo leía, estaba Julia a quien veía por segunda vez en mi vida, quise contarle pero no me animé.
Hacía frío, a la nochecita nos tomamos un colectivo y volvimos a casa.
Después volví a hablar con Claudia, le conté a Vero, me escuchó Fabiana...
Al día siguiente Consu cumplía y festejaba sus tres años y todo de a poco se fue volviendo más transparente.

Ahora Octi y Estani duermen en sus camas, en horas el almuerzo de cumple de Nancy, el sábado la fiesta de cumple de Consu  que acaba de cumplir siete.

Y todo sigue.

4 comentarios:

  1. Me hiciste acordar a cuando mi hermano nos contó que mis sobrinos eran mis sobrinos y no mi sobrino jaja
    yo a esa altura de 2010 sabía que la futura compañera de neo y sala de 2 de Tani y Oti (como los llama ella) era una sola y que supuestamente llegaba a fines de noviembre!

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  2. Claro, eran las épocas de las primeras ecografías, abril. Y llegaron todos antes! Esa experiencia en neo en algún momento será un post.

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  3. Qué lindo está escrito. Me acuerdo perfectamente ese momento. Era en la Casa de Madrid de la calle Libertad. Hablamos un ratito...pero de eso no. Beso

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    1. Claro.
      La Casa de Madrid, que después se mudó.
      En 2012 con los siguientes mellizos te conté enseguida.
      Bienvenida a la bici !

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